Parque Central de Sant Andreu de la Barca
Un renovado espacio de centralidad urbana, uso hídrico y elevado confort



La propuesta consolida la traza del antiguo canal Sedó como Eje verde estructurante mejorando la conexión N-S, a la vez que se aprovechan los flujos E-O promovidos por la nueva pasarela para peatones sobre las vías del ferrocarril. El parque existente se reforma incorporando una estructura más mallada, eliminando las vallas perimetrales, mejorando los accesos y aumentando la conectividad visual de los diferentes espacios. De este modo, se conectan los equipamientos a lo largo de este recorrido (centro comercial y lúdico, futuro Ateneo juvenil, edificio Escuer), articulándolos con el casal de gente mayor y edificios públicos próximos como el ayuntamiento o el teatro. El tratamiento de las zonas de influencia de estos equipamientos y su caracterización (juegos infantiles, calistenia nuevos usos como el espacio para la celebración de actividades populares, zonas estanciales, áreas de perros), potencia la intergeneracionalidad y centralidad del parque.
Por otro lado, la prolongación del talud existente junto a las vías del ferrocarril incrementa la conectividad, a la vez que mejora las condiciones de confort acústico del parque y proporciona una visibilidad total del conjunto, favoreciendo así su legibilidad y seguridad. Los nuevos recorridos longitudinales con arbolado caduco alineado con la dirección del viento dominante en verano crean canales de viento para las brisas. La plantación de más de 110 árboles, junto con la diversificación de estratos (arbusto alto, medio bajo, prado) y la permeabilización de más del 90% de la superficie del parque, lo convierten en un lugar lleno de vida, con carácter estacional, que suaviza las condiciones ambientales en las épocas más cálidas, mejora la calidad del aire y proporciona una conexión más estrecha entre el tejido urbano y los espacios verdes. Así, se crea un espacio de centralidad urbana, uso lúdico y elevado confort. Un nuevo pulmón verde que consolida la infraestructura verde metropolitana y se consigue un equilibrio entre la preservación natural y la función social.
Se apuesta por convertir el espacio ganado después de la sustitución del pavimento impermeable actual en un jardín biodiverso, con especies autóctonas o adaptadas a las condiciones climáticas. Con esta elección, se garantiza que la implantación de toda la vegetación sea próspera, y que las especies no necesiten un riego abundante. Se respeta toda la vegetación arbórea existente y se fomenta la presencia de especies caducifolias por su alta efectividad a la hora de mejorar las condiciones bioclimáticas. El arbolado de grandes hojas lobuladas permite evitar el calentamiento superficial, mejorando la capacidad de reducir la temperatura del aire mediante la evapotranspiración, durante las horas de mayor irradiación solar.
Un jardín para pasear a lo largo de espacios naturalizados acabados con sauló reciclado, rodeados de una gran variedad de plantas arbustivas y prados floridos, convirtiendo todo el espacio de cobertura en un grande regulador bioclimático compuesto de materiales granulares y vegetales que minimizan el calentamiento de las superficies y mejoran la capacidad de absorción y retención del agua de lluvia. El nuevo alumbrado también sigue un criterio de sostenibilidad y optimización de energía, con tecnología LED. Los elementos necesarios para el autoconsumo del parque (fotovoltaicas) se podrán ubicar a la cubierta del edificio de la antigua estación transformadora. En los fuertes taludes existentes de la pasarela para peatones sobre las vías de ferrocarril, se plantan fajinas vivas en diagonal, de forma que frenan el curso del agua y evitan la erosión del talud, a los pies del cual se ubica un prado florido dedicado en el juego, ocio y actividades deportivas. En definitiva, un espacio de alta calidad ambiental, que contribuya a la renaturalización, minimización de la huella de CO₂ y que ofrezca refugio a los colectivos más vulnerables de la población en momentos de calor extremo.