Jardí Illa

Plaza en el cruce entre las calles Consell de Cent y Enric Granados en el contexto del programa Superilla Barcelona

Fecha
2023
Lugar
Barcelona (Catalunya)
País
España
Autoría
LANDLAB, laboratorio de paisajes (Miriam García)
Equipo
David Camacho
Colaboradores
GPO Ingeniería
Promotor
Barcelona d'Infraestructures Municipals (BIMSA)
Alcance
Anteproyecto, Proyecto ejecutivo y Dirección de obra
Superficie
2.604 m²
Fotografía
Jordi Otix y LANDLAB
Media

> Seleccionado en el Premio Europeo del Espacio Público: https://www.publicspace.org

El Eixample es el distrito con los niveles de contaminación atmosférica y acústica más elevados de la ciudad, con el peor déficit de zonas verdes. La aplicación del modelo del concepto Superilles en el Eixample implica una reorganización global de la movilidad que permite liberar 1 de cada 3 calles del tráfico de paso para convertirlos en nuevos ejes verdes. Se puede crear así, una nueva red de 21 ejes y 21 plazas que actúe como una infraestructura ambiental y social, mejorando las condiciones de confort y de salud, aumentando la presencia del verde y los espacios de estancia de forma sistémica y equilibrada en todo el ámbito.

Durante el período 2020-2023 se han desarrollado y ejecutado una primera fase que incluye tramos de 4 calles, así como 4 plazas en sus cruces y en el cruce con la calle Enric Granados. Esta primera fase ha significado la transformación de una superficie total de 110.000 m², con 4,65 km de ejes verdes y 8.000 m² de plazas. El espacio para los peatones se ha incrementado en 58.000 m², la superficie permeable ha pasado del 1 al 15%, se ha incrementado el verde urbano con 11.000 m² nuevos y se han plantado 400 nuevos árboles. El incremento de espacios de sombra y la sustitución del asfalto ha permitido reducir en 5 °C la temperatura superficial en verano.

El cruce de las calles de Consell de Cent con Enric Granados presenta unas características especiales que la diferencian del cruce típico del Eixample de Barcelona. La primera, el hecho de encontrarse en el punto medio de un recorrido botánico que une la Plaza Letamendi, con sus imponentes palmeras washingtonias, con los jardines del edificio histórico de la Universidad de Barcelona. Estos jardines tienen un gran interés botánico y cuentan con más de 150 especies vegetales y albergan algunos de los árboles más antiguos de la ciudad. La segunda característica diferencial es el valor cultural y patrimonial de los dos conjuntos arquitectónicos claves en la imagen de Barcelona y del Eixample: el Seminario Conciliar y el edificio histórico de la Universidad de Barcelona. La propuesta busca poner en valor el patrimonio botánico y arquitectónico mediante la integración de vegetación y especies que mejoren la canopia y patrimonio vegetal existente. Se proyecta un jardín donde antes había un cruce, devolviendo el espacio a las personas, de modo que la nueva plaza se caracteriza por la explosión del verde, llevada a cada extremo posible de la plaza.

El diseño del verde ha tenido en cuenta la magnitud de la canopia vegetal existente, analizando aquellos casos en los cuales su estado fitosanitario hace más recomendable la sustitución. La otra premisa ha sido la de ampliar el verde existente con la plantación de nuevos ejemplares arbóreos, herbáceos y arbustos. Las especies han sido seleccionadas considerando: el clima actual y de futuro fruto de los efectos del cambio climático, su funcionalidad en el ámbito urbano, como jardín de todos y según el suelo disponible, priorizando en todo caso el enriquecimiento de la biodiversidad del área.

Bajo la premisa de hacer leíble el jardín y las especies es imprescindible que su plantación demuestre el paso de las estaciones. El crecimiento y la desaparición de la vegetación, pues, resulta un elemento de proyecto. Dentro de las especies escogidas, muchas herbáceas desaparecen durante el invierno, dando paso a una imagen del jardín diferente que en primavera o verano, cuando florecen gran parte de las flores. En este aspecto, el jardín quiere ser un elemento que acepta las diferentes estaciones, con especies que florecen en diferentes épocas y nunca como una imagen final, sino como una construcción constante del paisaje.

Hay épocas en las que las arbustivas tienen un papel principal, y en otras las herbáceas ocupan el imaginario de la ciudad. Se ha establecido una relación entre la vegetación caduca y perenne, para que aunque algunas especies desaparezcan durante una época del año, el jardín mantenga su estructura.

El primero de los jardines propuestos es el jardín botánico, que responde a una problemática mayor como es la pérdida de biodiversidad global y en el que se apuesta por la introducción de especies que tengan una sinergia con insectos y pequeños invertebrados para mejorar y facilitar su relación con el verde. Además, buscando reforzar el papel del jardín botánico como refugio de biodiversidad se incorpora un hotel de insectos como polo de atracción de fauna.

En la parte interior de Jardí Illa se propone un espacio de vegetación de bajo mantenimiento de tipo mediterráneo, recuperando la riqueza de la vegetación autóctona del clima en la ciudad. El parterre representa una pequeña reserva de flora local, muy resiliente y de bajo o nulo mantenimiento. El jardín mediterráneo recrea el hábitat natural para muchas especies e insectos autóctonos y refuerza su papel en el ecosistema. En este caso destacan sobre todo especies arbustivas, como la erica arborea, que atrae himenópteros, u otras como la salvia, una arbustiva muy aromática y de bajo mantenimiento, o la santolina rosmanifolia, atractora de mariposas.

Por último, el jardín de lluvia capta el agua de escorrentía y de lluvia para retornarla al acuífero. Se disponen especies propias de jardines vinculadas a zonas húmedas, como respuesta a la necesidad de descargar las redes existentes y de recuperación del subsuelo, estableciendo también una prueba piloto para la filtración de agua proveniente del suelo de la ciudad. Este jardín se sitúa en las partes exteriores de la plaza, con un soleamiento suficiente para especies en semisombra. Los diferentes tipos de SUDS utilizados en el proyecto son: alcorques, franjas de biorretención, parterres inundables y depósitos de infiltración.