‘Guia de criterios de integración paisajística de los polígonos industriales y sectores de actividad económica’
Publicación de una guía que expone criterios para la integración de los polígonos industriales y de actividad económica en en la Comunidad Autónoma de Cantabria

Delgado Orusco, Eduardo; García García Miriam.
Guía de criterios de integración paisajística de los polígonos industriales y sectores de actividad económica.
Editores: SICAN. Gobierno de Cantabria.
Santander, 2010.
Las actividades industriales y, los llamados sectores de actividad económica son espacios productivos con una más que evidente importancia en las economías locales y regionales. Forman parte del tejido impulsor del desarrollo territorial y se han convertido en motor fundamental de la economía. La industria, por la propia naturaleza de su función, está en un continuo proceso de cambio. Esta evolución se manifiesta igualmente en los paisajes industriales que genera y en el tipo de actividades predominantes que se desarrollan en los mismos. Su localización, así como las singulares necesidades de su emplazamiento, suponen efectos complejos, incluso polémicos, desde el punto de vista de la ordenación del territorio y del paisaje.
De un tiempo a esta parte los espacios industriales han evolucionado y se han diversificado proporcionando así más oportunidades a las empresas. También se ha diversificado su tipología y en consecuencia su denominación. Así, a la tradicional de “polígono industrial”, se le suman hoy en día diversidad de espacios para los que parece más adecuado utilizar términos como “sector de actividad económica” o “parques industriales”, “parques empresariales”, “parques tecnológicos” y “parques logísticos”, entre otros.
Debemos por lo tanto de ser capaces de generar paisajes alejados de los prejuicios y el descuido de otros tiempos que relacionan la industria con el ruido, el humo y el impacto visual. Sin embargo, hoy más que nunca, hablar de industria es hablar de bienestar social y su imagen debe dar respuesta a las nuevas demandas de calidad surgidas de entornos socioeconómicos más competitivos.
A todos los niveles -regional, municipal, empresarial- existe, y es un proceso relativamente nuevo, una clara conciencia sobre estos nuevos modelos demandados. Es pues el momento de afrontar un nuevo reto, el de la integración paisajística, tal y como establece el Convenio Europeo de Paisaje (CEP, Florencia 2000) ratificado por el Gobierno Español el 26 de noviembre de 2007. El Convenio establece que el paisaje es un elemento imprescindible para la calidad de vida de las poblaciones y desde el 1 de marzo de 2008 un cometido de todos.
Esta Guía constituye una aportación innovadora porque no impone más instrumentos urbanísticos ni normativos. Se trata
de ofrecer reflexiones previas que pueden influir en las decisiones definitivas para programar, construir y mantener un parque empresarial. El texto abarca consideraciones generales, especialmente en los temas de ubicación, conectividad ecológica, unidad morfológica, racionalidad de usos, contexto patrimonial, relieve y carácter del paisaje, pero también otras consideraciones de detalle como la definición formal de las parcelas, el valor representativo de la vialidad y la vegetación, los filtros visuales, la calidad de la arquitectura y el impacto de la publicidad, entre otros.
Se propone, por lo tanto, un proceso reflexivo y no dogmático en la planificación. No se trata de establecer modelos rígidos, fruto de una normativa abstracta, sino de crear tendencias y criterios cuyo valor no está en la norma, sino en la dialéctica.
El objetivo no es otro más que generar una disposición positiva hacia la introducción de buenas prácticas paisajísticas en el sector, desarrollando una actividad de sensibilización que desemboque en la generalización de un producto útil y de calidad para todas las empresas y profesionales implicados.